Villa Camila Conservando el corredor de conexión andino-amazónica

De acuerdo con lo narrado en "Caquetá, tradición y vocación ganadera?, por la RUTA ANDAQUÍ ingresó, a mediados del siglo XVII, Fray Juan de Santagertrudis con la primera partida de bovinos que poblaron el Caquetá ganadero; y debió hacerlo precisamente por el hoy reconocido ?Camino Andakí", el mismo por donde años después los indígenas andakíes abrirían camino para huir de los españoles durante la Conquista, y por donde también se rompería la trocha para comerciantes de caucho, quina, pieles y ganado.

Por esta razón, el territorio de Belén tiene especial significancia en la historia del territorio, y esta ruta, por la presencia del Parque Natural Municipal Andakí.  Este parque hace parte de las 10 áreas, 8 de carácter municipal, que de manera colectiva los pobladores de Belén han logrado declarar como protegidas, sumando toda la extensión de 71 mil kilómetros cuadrados. Efecto de una cada vez más fuerte gobernanza forestal municipal, con una comunidad interesada en conservar la cobertura boscosa actual y consciente del poder de la conservación.

Esta consciencia se expresa en férreas intenciones como la de Don Ignacio Achuri Peñuela, propietario de la finca Villa Camila, que ha iniciado el proceso de reconocimiento como RESERVA NATURAL DE LA SOCIEDAD CIVIL; una consecuencia de las actividades del proyecto C&G-G-201: "Diseño y puesta en marcha de estrategia de compensación voluntaria para promover la cero-deforestación en la Cadena de Valor del Queso del Caquetá", del programa de CONSERVACIÓN y GOBERNANZA de USAID.

"Las fincas hacen parte de la gran extensión de bosque húmedo tropical de Belén, de especial importancia por ser un área de conectividad biológica entre los Andes y la Amazonia, en donde cada vez más ganaderos se interesan, gracias a acciones como esta, por los temas de conservación y reconciliación ganadera, como lo dicta el PACTO CAQUETÁ" afirma asertivo Don Ignacio.

En el proceso de reconversión de estos predios ganaderos, es vital el conocimiento detallado de las condiciones generales iniciales, pero más aún, de las especies presentes en su área geográfica, para así establecer las acciones y programas para su protección y conservación.  De acuerdo con Don Ignacio, los predios fueron objeto de estudios conducentes a las mejores prácticas desde la futura Reserva, en relación con la conservación de espacios ecosistémicos, físicos y biológicos. "Cada día estamos más empoderados e informados en relación con los temas de conservación, y además convencidos, por la vía de la mayor productividad, de las bondades del modelo de Gestión Ganadera Sostenible que hemos puesto en práctica luego de la formación que nos impartieron a través del Diplomado en Sostenibilidad; el mensaje es claro, o cambiamos o nos cambian!", afirma este empresario, quien asegura que la producción de leche es un renglón rentable y productivo, siempre que sea gerenciado desde principios de sostenibilidad. 

El resultado de la implementación en las fincas, permite pensar en el futuro escalamiento local y luego regional, de un modelo generador de competitividad y nuevas oportunidades en la cadena de valor de la leche para el Caquetá, signado por el optimismo de ganaderos como Don Ignacio, quien afirma: "No somos ganaderos por accidente, al contrario, lo somos por vocación, la que ahora hemos convertido en una profesión en la que ponemos toda nuestra preparación y también nuestra pasión".