San Francisco: Guardianes del Bodoquero

La Organización Alsejo SAS es direccionada por talentosos caqueteños, tan jóvenes como comprometidos con el cuidado de los recursos ambientales de la amazonía; quienes al frente de la Hacienda San Francisco, han iniciado todo un completo modelo de sostenibilidad ganadera, marcado por la eficiencia y el incremento de la productividad desde el renglón lechero, bajo la guía tutelar de Miller Perdomo, un convencido de la importancia de dejar positiva huella de ejemplo e impacto, en su trasegar como orgulloso hijo de este territorio.

"Para nosotros siempre fue un desafío estar en un terreno surcado por el río Bodoquero, un elemento icónico de la hidrografía caqueteña, que para el municipio de Morelia se convierte en el centro de su desarrollo como capital turística del Caquetá, y que por las características de su lecho, de sus aguas y de todo el entorno que forma a su paso, es una verdadera joya para el departamento", manifiesta uno de estos dos caqueteños que hoy comparten el reto del desarrollo ganadero en San Francisco; una explotación modelo en la que se ordeñan diariamente más de 1500 litros de leche, a partir del aprovechamiento de la división sostenible de praderas eficientemente dispuesta en las 188 hectáreas que componen su zona de agro-sistemas.

Para el zootecnista Antonio Ricardo, quien desde el proyecto dispuesto por el programa de CONSERVACIÓN y GOBERNANZA de USAID, ha acompañado la transición del predio, la base fundamental del cambio en la habilidad productiva de San Francisco fue precisamente el montaje del sistema de rotación de potreros, siempre centrado en la base de la conservación y regeneración de corredores biológicos, así como la introducción planeada de nuevas especies arbóreas, en función del bienestar animal.

De acuerdo con el profesional, en el predio se mantienen 25 hectáreas dentro de su zona de conservación, como un relicto de bosque que ha de servir de "semilla" motivacional para su propia expansión e incidencia dentro del concepto regenerativo que hoy es sustantivo en el modelo productivo.  Adicionalmente, se han reservado 18 hectáreas adicionales en la demarcada zona de amortiguación y manejo especial, la que pronto irá cediendo territorio a la conservación, en un bien planeado proceso de reforestación, que brindará abrigo a las 13 especies de herpetos (anfibios y reptiles) identificados, a las 24 de mamíferos voladores y no voladores, y a la bien apreciable suma de 56 especies de aves detectadas al inicio del plan de reconocimiento como Reserva Natural de la Sociedad Civil; un proceso que ha contado con el apoyo de la iniciativa C&G-G-201: "Diseño y puesta en marcha de estrategia de compensación voluntaria para promover la cero-deforestación en la Cadena de Valor del Queso del Caquetá", del programa de CONSERVACIÓN y GOBERNANZA.

Para los propietarios de San Francisco, el proceso de preparación para el reconocimiento del predio como una RESERVA NATURAL DE LA SOCIEDAD CIVIL, ha servido para registrar que, junto con el plan de manejo ambiental y las implementaciones que amerita este nuevo abordaje en la producción de leche, se ha tomado conciencia de la importancia del mantenimiento de la biodiversidad como un elemento testigo de la salud ambiental predial.  "No es posible un desarrollo ganadero con cargo a la merma de la cobertura boscosa que ha quedado luego de la intervención inicial de toda esta basta zona del departamento; ahora es importante que los productores hagamos un esfuerzo por incrementar la eficiencia en la producción tanto de carne como de leche, pero devolviendo área al bosque, en un proceso que está demostrado, es más productivo y rentable, a través de la mejor utilización de los recursos, principalmente el suelo y el agua"; estima convencido de su labor como gestor del modelo de reconciliación ganadera, uno de los propietarios de la organización que hoy encara la reconversión de la finca.

En efecto, para San Francisco, ahora son prioritarios estos dos objetivos que, antes del proceso de reconocimiento como Reserva Natural, no estaban tan claros: 

a) El levantamiento anual de los datos de TSA (Tarjeta de Salud Ambiental), como herramienta para estandarizar los procesos relacionados con el diagnóstico y tratamiento para la recuperación del suelo.

b) Fortalecer el proceso de regeneración de los humedales, mediante su enriquecimiento sistemático con especies arbóreas.

Para finalizar, el nuevo modelo de desarrollo ganadero en esta finca, incluye también un proceso cada vez más frecuente dentro de los objetivos de los productores en la región; el establecimiento de un vivero interno de la finca, para la replicación y aprovechamiento de semillas obtenidas en el mismo predio y la obtención de material endógeno, con el que se reforzarán los objetivos de reforestación y recuperación del bosque.